El hogar de los 23 según David

            Toda esta historia empieza en un pequeño fragmento de tierra. Encima de ese fragmento de tierra existe una pequeña ciudad donde vive el consejo de los 23. Allí, en ese sitio, siempre hace sol y nunca llueve ni está nublado.

            Un día mientras que Jálibu espiaba Dambil desde su gran mansión, descubrió la ciudad flotante del consejo de los 23. Él no sabía que esa ciudad estaba allí. No lo sabía porque siempre miraba hacia tierra; firme donde estaban  todas las criaturas. Pero un día decidió buscar por el cielo.

            El consejo de los 23 vivía en un gran castillo. Gormul percibía un poder grande en aquella mansión. Gormul fue a una biblioteca que él tenía en su mansión. Comenzó a mirar los libros hasta que encontró el que buscaba. El Amo Negro vio el libro y vio que la mansión tenía una daga muy poderosa con la que podría dominar Dambil y matar a todos los que intentasen detenerlo. La gran mansión del consejo de los 23 estaba muy bien protegida por hechizos mágicos, guerreros bien entrenados y con magos con mucha sabiduría y poder. Gormul desde su mansión pensaba un plan para entretener al consejo de los 23 y a todos los guerreros y mangos.

            De repente se le vino una idea a la cabeza. Pensó que si cogía a sus criaturas y las mandaba al consejo de los 23 para entretenerlos con una falsa batalla. Y así Jálibu tendría todo el camino libre hacia la daga. Gormul cogió a sus criaturas y las mando al consejo de los 23.

            Cuando los 23 guerreros vieron a las criaturas de Gormul se pusieron en puestos de combate. Todos empezaron a luchar, pero un mago vio entrar a Jálibu en la mansión. El los llamó a todos y rápidamente, dejando de luchar, fueron a ver a la daga.

            La daga no estaba. La tenía el Amo Negro en sus propias manos. El consejo de los 23 le dijo que les entregase la daga que podría acabar con Dambil. Era muy inestable, por eso está ahí en la mansión del consejo de los 23.

            Gormul riéndose dijo que nunca se la entregaría. De repente la daga estalló en mil pedazos. Ya que la daga no podía ser movida de su sitio, o sino estallaría. La explosión hizo lanzar a todos por los aires. El Amo Negro se enfadó mucho y rápidamente cogió a uno de los 23 y le dijo que hiciese otra daga.

            El consejo de los 23 tenía una espada de mentira que se la iba a dar a Gormul. Cuando se la dieron Jálibu soltó al humano . El Amo Negro dijo que los iba a matar a todos, le iba a hincar la espada a uno en el pecho, la daga se desarmó. Gormul se llevó una gran sorpresa: ¡¡La daga era del papel !! Todos cogieron a Jálibu y pronunciaron un conjuro que hizo que mandase a Gormul a una cárcel.

            Pero seguramente saldría de allí. Pronunciaron el conjuro y Jálibu se fue. Y cuando Gormul no estaba rearmaron la daga y la paz volvió a Dambil.

 Realizado por David Santiago Durillo