El Origen de los Magos

El Origen de los magos

   Los magos fueron creados por el Amo Negro. Fueron creados a la imagen y semejanza de los humanos pero su mente estaba programada para trabajar  como máquinas especializadas en destruirlo todo. Su misión  era acabar con todo Dambil.

       Halkoc, que era el dios de todo lo bueno, quería impedir que  pasase eso, así que echo un conjuro contra los magos. El hechizo funcionó  y algunos  magos empezaron a volverse buenos y a rebelarse contra su malvado señor . El amo negro empezó a destruir a los magos rebeldes, todos salieron corriendo para salvarse pero Gormul les daba caza y  al final solo quedaron un centenar de magos. Halkoc al ver que quedaban muy pocos decidió crear más. Al cabo de unos meses ya había suficientes magos para ayudar a la gente. Ya no adoraban  al Amo negro si no a Halkoc que fue el que los salvó de ser malos. Ni tampoco utilizaban las armas para luchar si no que utilizaban sus poderes para curar a la gente. Desde entonces los magos han vivido con los humanos, repartidos por las diferentes tribus. Ellos comían una hierbas y unas raíces que se solían encontrar por allí. 

        Pasó un tiempo, todo iba bien, pero un día nublado apareció de nuevo el Amo Negro y dijo que embrujaría a todo Dambil. El Amo negro encargo a los magos malvados  una única misión: que matase a Halkoc. Halkoc huyó hacia el agua de los milagros, que era una fuente que te concedía deseos,  pero antes era necesario un ingrediente secreto: polvos mágicos. Por suerte se encontró con un duende bueno que había escapado de Jálibu. Halkoc le dijo que le trajese los polvos mágicos.

El duende salió corriendo hacía la aldea de los humanos entró en una casa que estaba a punto de derrumbarse, cogió los polvos y se los entregó a Halkoc. Halkoc fue hacía la fuente, que solo él sabía donde estaba. Cuando entró todo estaba destruido pero en un rincón aún quedaba un poco de agua, cogió el agua y la mezcló con los polvos. Cuando los mezcló salió hacia aldea, cuando llegó tiró los polvos por el aire y cayeron sobre los magos malvados que atacaban sin compasión. El conjuro que les echó el Amo Negro se desvaneció como un suspiro. Así fue como los magos comenzaron a vivir en paz en Dambil, aunque Gormul sigue acechando y sigue corrompiendo este bello mundo.  

Realizado por David Santiago